Ponerse a dieta puede ser una pesadilla: nada más de pensarlo ya te entra hambre. Y el hambre es difícil de sobrellevar. Pero con unos sencillos trucos podemos engañarla y conseguir así adelgazar más fácilmente, sin frustraciones.
1. Toma una manzana 30 minutos antes de comer
La fibra de la manzana y el hecho de tener que masticarla mucho te harán sentirte saciada y llegarás a la comida con menos hambre.
2. Bebe
Y si no tienes manzana a mano, al menos toma un buen vaso de agua o un té. De esta manera llenarás temporalmente el estómago sin aportar calorías y además ayudarás a eliminar toxinas.
Además muchas veces confundimos la sensación de hambre con la de sed. Antes de comer bebe, espera un poco y observa si aún tienes hambre.
3. Come en platos pequeños
Es una cuestión de escala: al poner la comida en platos pequeños, la comida nos parece más abundante. Y si además te sirves comida de dos colores distintos y vas alternando bocados de uno y de otro te parecerá más abundante aún.
4. Mastica mucho cada bocado
El masticar mucho cada bocado no sólo hace que la digestión mejore y te sientas menos hinchada, sino que además te obliga a comer lentamente. Así das tiempo al cerebro a detectar que el estómago está lleno y te sentirás saciada. Muchas veces comemos tan deprisa que, para cuando esto pasa, ya nos hemos zampado el doble de lo que necesitaríamos para estar saciadas.
5. Deja reposar el tenedor
Es otra buena forma de hacerte comer lentamente. Entre bocado y bocado, suelta el tenedor en el borde del plato.
6. Come en compañía
Cuando comemos solas tenemos tendencia a comer más deprisa y más cantidad. Una buena conversación durante la comida nos permite comer más despacio y sentirnos llenas con menos cantidad de comida. Pero sin hablar con la boca llena ¿eh? Don’t forget you are a lady.
7. Guarda los restos
Una vez servidos los platos, retira lo que sobre y guárdalo. Evitarás la tentación de volver a servirte.
8. Apaga la tele
La tele es mala compañera a la hora de comer. Acabamos comiendo de más sin darnos cuenta.
9. Apuesta por las algas
Son un alimento muy saciante, ya que son ricas en proteínas y fibras, pero aportan pocas calorías y estimulan el metabolismo. Incorpóralas siempre que puedas a tus comidas (en ensalada, en sopa…). Mucho mejor que los complementos alimenticios saciantes que se encuentran en el mercado.
10. Lávate los dientes
Si entre dos comidas sientes muchas ganas de comer, prueba a lavarte los dientes o enjuagarte la boca con un enjuague bucal mentolado. Bebe después un vaso de agua fría y el hambre habrá pasado.
11. Evita el picoteo añadiendo colaciones
Si eres de las que tiene hambre a todas horas, añadiendo un par de tentempiés a lo largo del día evitarás picotear a todas horas. Toma una pieza de fruta y un yogur a media mañana y a media tarde y te será menos penoso llegar a la siguiente comida sin afectar a la báscula.
12. Come un lácteo magro antes de acostarte
Un yogur o un vaso de leche antes de ir a la cama, hacen que tu nivel de glucosa en sangre se mantenga estable durante la noche y te levantes con menos hambre. Además, el calcio que contienen te ayudará a conciliar el sueño.
¿Qué trucos usas tú para engañar al hambre? ¿Cuál de los que te hemos propuesto crees que te ayudaría más?

ESCRITO POR Macarena Pavlovic
Bloguera repostera en el blog Bajo un nube de azúcar glas y madre de 3 niños, soy una apasionada de la moda, la belleza y el diseño gráfico.